Llegó el final de la semana del píxel, así que toca escribir una reflexión, aunque sea breve.
Si algo puede sacarse como conclusión de todo lo visto es que los píxeles han saltado de las pantallas de aquellos maravillosos juegos para prestar su imagen tan excepcional y reconocible a multitud de cosas de muy distinta naturaleza: desde relojes de muñeca hasta a mundos imaginarios. Los píxeles han creado una escuela estética que ha seducido a muchos. Personalmente, lo pixelado me parece muy atractivo; pero eso ya queda a juicio del observador. Quizás les tenga especial estima a estos pequeños cuadrados de color porque fabricaron muchos mundos con los que me relacioné en mi infancia freak que a menudo retorna (o quizás es que jamás se ha ido).
Como no hay mejor forma de terminar las cosas que con un postre, aquí dejo un 'Canned things' especialmente preparado para la ocasión. Probadlas con nata o con chocolate:
Espero que os haya gustado este paseo. Mañana, el blog restaurará su versión original.
5 comentarios:
Inspirados en las manzanas de taquitos de jamón de bloquelandia.
Si algo nos ha enseñado la semana del píxel (y no lo ha hecho) es que los videojuegos tienen un encanto muuuuuuuuyyyyes-pe-ciiaaaaaaal, ya sean los de 8-bits, los de 64, e te ce, e te ce.
Cada vez me sorprende más la cantidad de referencias a los simpson que pueden aparecer en escasas 6 líneasxD
Patatas IRPFritas... ¿Tú que deduces de todo esto? Deduzco muchas cosas... Entre ellas, es que te doy la razón en que los videojuegos tienen un encanto especial; pero creo que el encanto se ve amplificado en los de 8-bits o píxeles como casas porque son el origen de una industria entrañable.
Todo gira a su alrededor
Reabdominales con derecho a entrantes.
xD
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