miércoles, 18 de enero de 2012

TERRIBLES EPISODIOS DE LA HISTORIA DE LA MEDICINA


En la época victoriana abundaban los tratamientos imaginativos pavorosamente imaginativos. Con el fin de sedar a los pacientes y aliviar la obstrucción intestinal, se tenía por eficaz la inyección de nicotina. Pero como era muy difícil dar con la dosis exacta, muchos pacientes sufrían graves intoxicaciones (al fin y al cabo, la nicotina es un veneno). Algunos astutos profesionales evitaban dicho riesgo mediante el sencillo método de introducir un cigarro de consistencia firme en el recto del paciente.
Cuán eficaz resultaba la administración de nicotina por esta vía es algo no explicado, pero, sin duda, los pacientes lo encontrarían al menos entretenido.

Inspirado en un fragmento de La ciencia de Sherlock Holmes, de E. J. Wagner.

2 comentarios:

Gelita dijo...

Wonk!!

Jcarlossoto dijo...

Jajajaja se me ocurren tantos comentarios soeces para esta entrada, que no pondré ninguno xD